No solo de basura viven las ratas

Su mirada fijada en el cuerpo de el se levantó rápidamente cuando sus gatunas orejas escucharon aquel sonido que para ella era como el canto de un angel, reflejandose en sus azulados ojos aquel cascael plateado que tanto adoraba, alzando su mano para cojerlo.

Era una posesion, la ensimismaba y la dejaba en un estado encantado. Era el efecto que producía aquel cascabel cullo valor sentimental Dalia no recordaba, ya que lo portaba desde el uso de su memoria y razón.

Engel solto el cascabel y se lo devolvio a Dalia.
No sabia exactamente de que iba el asunto pero si que sabia que tenia un significado especial para ella asique cuando acabo la broma no vio divertido quitarselo.

-Ala ahi lo tienes pequeña neko-dijo tirandose en el cesped y viendo como las nubes se movian por el cielo sobre ellos.

Ella lo cojió al vuelo, sonriendo felinamente mientras se lo volvia a colocar en su cuello, movimiendolo con suabidad, escuchando su melodia, y después acercnadose a la mejilla de Engel, dandole un cariñoso lametón-muchas gracias

Dijo, mientras se levantaba, estirando su cuerpo, dejando ver sus curvas, y viendo como un par de chicos la observaban. Humanos.

"ecs..."Pensó.

No le gustaba en absoluto la forma desvergonzada de la que unos humanos le estaban mirando a el y especialmente a Delia, asique alargo la mano para coger una piedra mas o menos de igual tamaño que su puño y la lanzo con fuerza dandole a uno de ellos en la cabeza y tumbandole en el suelo. El compañero del herido no pudo ocultar el miedo en su rostro y salio huyendo dejando a su desvalido amigo tendido en el suelo, Engel no supo decir en que estado estaba el chico herido... (tampoco le importaba si estaba aturido, inconsciente o directamente muerto).

-Eso les enseñara un poco de educacion ¿no crees?-comento Engel con una sonrisa de satisfaccion por sus propias acciones.

Sonrió satisfecha ante los actos de Engel

-Mas que segura. Se lo merecían por chafarderos-dijo tranquilamente, levantándose de encima de Engel, y dirigiéndose hacia el cuerpo de aquel chico, agachándose a su lado

-Ahí está!-escuchó gritar una voz masculina. Giró su mirada hacia donde se encontraban aquellos hombres: la policía.

Se levantó tranquilamente observándolos en silencio-vaya vaya, mira a quienes tenemos aquí, la seguridad inferior, la escoria-dijo tranquilamente

-Como te atreves?!-dijo el jefe del escuadrón-vas a morir aquí y ahora, zorra!-dijo, sacando su pistola-disparad!

Dalia bostezó aburrida, haciendo caso omiso de las palabras del policía-que aburrido eres...perro.

Empezaron a sonar los disparos y las balas volaron silbando por el aire, la distancia entre los policias y los dos miembros de X Generation todavia era grande asique este factor sumado a la penosa punteria de los agentes evitaron que ninguno de los dos fuera herido por un balazo.
Engel giro la cabeza mirando a Dalia con cara de "ups, mira la que se ha liado", pero el tiempo no le sobrava asique el chico volvio a concentrarse en sus agresores y peso rapidamente una estrategia para huir sin convertirse en un colador. La mayor parte del suelo del parque estaba cubierto de hierba y ramas secas, asique Engel solo tuvo que utilizar su debil capacidad de piroquinesia en uno de los montoncitos para provocar una chispa y que el fuego se propagara rapidamente haciendo una barrera que evitara que los maderos avanzaran mas.

La joven chica consiguió esquivar una de las balas que de por poco impactaban en ella gracias a su habilidad felina que corría por su sangre.

Se encogió de hombros sacando su lengua durante unos segundos divertida, como si aquella situación fuese la que buscase, pero de nuevo volvió a centrarse en los policías, y para su asombro, ante sus ojos vio como se levantaba una muralla de fuego, causado por hojas en llamas. Miró de nuevo a Engel, pero no supo bien bien si era el culpable.
Rápidamente divisó con sus ojos una alcantarilla, así que sin más tardanza, corrió hacia Engel cogiéndole del brazo, y llevándole hasta esta. Por suerte estaba abierta, por lo visto, reformas recientes en el parque, y bajó por ella, con tal de huir de aquella situación.

No se resistio al sentir como Dalia le tiraba del brazo... el fuego le resultaba divertido pero seria mejor batirse en digna retirada. La chica era bastante mas agil que el asique no se esforzo en seguir su ritmo, ando sin prisa pero sin pausa en direccion a la alcantarilla por donde intuia que pensaba huir su compañera.
No debaja de mirar el fuego y de pensar la lastima que era dejar a este barrio sin un buen espectaculo y sin un agradable olor a carne parrillera.

Una vez llegaron a las alcantarillas, la joven siguió corriendo hastra cruzar unas cuantas esquinas

-Seguramente nos seguirán....será mejor que vayamos a algún lugar...son capazes de pedir refuerzos y empezar a registrar el alcantarillado de la zona...donde te parece mejor ir?
Preguntó, estando atenta por si oía algún sonido.

-Supongo que el sitio mas seguro en este lugar es la base de X Generation, alli estaremos seguros. Tendremos sitios para ocultarnos y si nos siguen hasta alli seremos demasiados para ellos y podremos repeler el ataque. Podemos ir a tu casa o a la mia si lo prefieres-dijo andando por las cloacas siguiendo a la joven-aunque preferiria que nos siguieran, me he quedado con ganas de verles arder como si fueran espantapajaros de paja.

-Bah...tienes muchos mas días para ver arder gente...-susurró, moviendo instintivamente sus orejitas de gato.

-La verdad es que nunca he visto tu casa, me gustaría ver como es-dijo sonriendo ampliamente, cuando empezó a escuchar pasos

-Vaya vaya...no han tardado nada! me sorprenden!-dijo divertida, guiñándole un ojo a Engel-voy detrás de ti, espero que sepas el camino hacia tu hogar

-Por supuesto que si, si es tan amable de acompañarme señorita...-bromeo Engel haciendo una reverencia y tendiendole la mano para que le acompañara.

Al poco de decir esto Engel empezo a escuchar tambien los pasos de sus perseguidores y endurecio el gesto tratando de inventar alguna argucia para retrasar a la policia.

-Por el momento corre, las alcantarillas producen mucho eco, pero no estan tan cerca como peinsas-dijo ella, sonriendo

-Por algo soy semi-gato, recuedas? Tengo buen oido-musitó riendo, cojiéndole de la mano de nuevo, y hechándose a la carrera-recuerda! Tu me guias!

-Espera un segundo, se me ocurre una cosa divertida que seguro que nos gusta a todos menos a los policias-despues de eso le hizo una señal a la chica para que esperara un momento y se metio a rebuscar en un rincon donde le habia parecido ver unos papelajos.
Volvio a levantarse a los pocos segundos con un puñado de papeles que esparcio en fila a lo ancho del tunel, despues de eso se aparto y con un simple chasqueo de dedos hizo arder los papeles creando otra barrera de fuego.

-Bien supongo que esto les retrasara un ratito, de todas formas sera mejor que nos demos prisa-dijo Engel girandose hacia Dalia y empezando a correr mientras le indicaba la direccion a seguir.

Ella miró curiosa sus acciones, parando, arqueando una ceja. Es que se iba a poner a dibujar? No, estaba segura que no...
No dijo nada, simplemente se limitó a ver como esparcía papeles con curiosidad, y fue entonces cuando vio como, con un simple chasquido...pum! Aquellos papeles empezaban a arder.

Por fin consiguió afirmar su teoría de que el causante de la fogata anterior había sido el

-Muy ocurrente, nunca me hablaste de ese poder-dijo, posando sus manos en su cabeza, cuando notó como Engel salía corriendo, asintiendo y yendo detrás de él.

"Están locos estos policías..." Pensó para sí.

-Hace poco que lo tengo y de momento no es demasiado poderoso, pero como ya ves resulta bastante practico-respondio Engel dando la vuelta a una esquina siguiendo de cerca a la muchacha e indicandole que el resto del camino era en linea recta. Avanzaron durante un rato en silencio y al poco se toparon con una amplia sala llena de puertas y gente que se movia ocupadamente de aqui para alla.

-Bienvenida al cuartel de X Generation

-Vaya! asi que este es el famoso cuartel!-dijo ella sorprendida

-Jamás pensé que pudiese haber un lugar así-dijo sonriente, empezando a caminar entre la multitud sin temor alguno, volviendo a arrastrar a Enegel con ella para no perderle de vista.

Engel se dejo arrastrar y pronto se vio contagiado por el entusiasmo que la chica tenia al ver todo aquello por primera vez.
Algunos de los que por alli pululaban miraban sorprendidos al ver a Engel y se le quedaban mirando como si acabaran de ver a Dios, otros apartaban la mirada avergonzados... la verdad es que las reacciones a la presencia de Engel eran muy variopintas.
Con el tiempo habia aprendido a no darles mayor importancia, sin embargo no podia evitar que le hicieran gracia y provocaran una picara sonrisa.

-Si quieres puedes pasar un rato a mi casa para descansar un poco, despues te enseñare todo esto

-No me iria mal...llevo dias sin descansar mucho...-dijo ella, mientras agachaba su mirada durante unos instantes, perdiendola en el suelo.

Aun así no pasó ni medio minuto que volvió a mirarle de forma exageradamente sonriente

-Vamos?-dijo, sin nisiquera darse cuenta de las miradas que los demás le dedicaban a Engel...o al menos, aparentando que no se fijaba.

Engel guio a Dalia por los intrincados pasillos del cuartel por donde la gente no dejaba de aparecer y apartarse a su paso, algunos saludaban a Engel por conocerle desde hace años y miraban con curiosidad a Dalia por no haberla visto nunca por alli.
Finalmente tras bajar unas largas escaleras de caracol llegaron al sotano donde enfilaron un largo pasillo con puertas a ambos lados.
-Esto antes era una prision, asique hemos reformado las celdas para albergar alli a los hermanos de X Generation que no pueden o no quieren vivir en el mundo exterior. Si lo deseas puedo dar orden de que te preparen una y puedas instalarte-explico mientras avanzaban hacia la habitacion del final del pasillo.

-Esa es la mia-dijo señalandola.

Estaba bastante arreglada, pero se notaba que habia sido concebida originalmente como una celda. Habia una cama, un escritorio con un ordenador y un pequeño cuarto anexo con un servicio.

Dalia solo curioseaba con la mirada a la gente y al lugar en sí. Diferentes personas de todos los aspectos. Creyó haber visto alguno por ahí fuera.

Durante todo el recorrido solo se limitó a observar, sin decir ni una sola palabra, cosa rara en ella, hasta que llegaron a su habitación. Tras toda la explicación, Dalia puso cara pensativa, y después volvió a mirar a Engel.

-Es increíble el trabajo que habéis hecho...es...simplemente...genial-dijo ella, mientras volvía a mirar rápidamente la habitación.

-Vaya…tienes un ordenador...el mío murió a causa de un navajazo-dijo divertida, dirigiéndose a la cama-es acogedora...
Susurró, mientras se acercaba y la olisqueaba-y huele a ti...vuele a aventuras...a fuego...-dijo, tumbándose poco a poco-es...excitante....huele a...liderazgo...posesión...huele a hombre...-dijo, mientras cogía con suavidad las sabanas, apretándolas contra su mano.

-Bueno me alegro que te guste, pero intento lavarlas todos los dias para que no huelan-dijo bromeando mientras se sentaba con ella en el borde de la cama.

Se tumbo lentamene junto a Dalia mientras repasaba mentalmente todo lo que habian echo X Generation desde que empezaron hace dos o tres años...

-La verdad es que todo ha costado bastante, pero nunca hemos sido perezosos a la hora de los esfuerzos

-Lo sé, le he estado viendo...toda esa gente de allí afuera está feliz de estar en este clan...se veía en sus ojos...es lo mejor que podemos pedir para nuestra clase social...-susurró
-Por que los de allí arriba...no son más que pura escoria...-dijo, mientras alzaba su mirada para observarle, acercando su mano a la barbilla de él, acariciando con suavidad su perilla
-Sabes? Me encanta, te hace muy atractivo-dijo divertida-al igual que esas greñas...

A Engel le encantaba que le sobaran la barba, asique se acurruco contra Dalia y emitio unos maullidos gatunos intentando imitarla a ella cuando hacia eso.
Aprovechando la cercania aprovecho para hacer sonar el cascabel que llevaba en su cuello mientras le acariciaba las orejas de neko.

-Me encanta acariciarte las orejas, son tan suaves... podria tirarme horas y horas pasandote la mano-dijo con suavidad sin dejar de darle leves toques al cascabel.

-Ai… al final terminarás adoptándome como animal de compañía en tu apartamento...-dijo divertida, mientras cerraba sus ojos, ronroneando ante el placer que sentía al notar como sus orejas eran acariciadas, erizándosele el bello de placer, que se mezclaba con el agradable sonido de su collar.

-Eres malo...sabes que no puedo resistirme a estas cosas...-susurró ella, acercando su rostro al de él, y dándole un suave lametón en los labios, mientras su dedo índice continuaba acariciando con suavidad su perilla, recorriendo a veces su bigote.