por Meriam Miér Sep 09, 2009 5:18 pm
Meriam se rió amargamente. Nadie le había robado nada, ella renunció a su libertad cuando comprendió que luchar era inútil. Nadie iba a salvarla, no había nada que pudiese hacer más que resignarse y perder sus derechos. Los cuales realmente no necesitaba. Ella diferente, no se odiaba por ello. Pero sabía que le dolería el corazón si se convirtiese en una bestia.
-No me han robado nada, simplemente me dan trabajo y de comer. Eso es todo-Le dijo aún de pie. No, ella no sentía nada por lo que luchar, su corazón era un pozo vacío y doloroso, que cuando olividaba el pensamiento parecía latir con normalidad. No querñia perder eso.